¿De dónde vengo?
Nací en Mayagüez Puerto Rico, a finales del año 1985. Me crié en el barrio Miraflores de Añasco en un ambiente muy familiar, lleno de amor y muchos valores.
A pesar de que mi familia no era una de “altos recursos económicos” nunca nos falto nada a mis dos hermanos y a mí. Mi papá trabajaba mucho para que nunca faltase nada en nuestro hogar. Aunque eso implicara sacrificar su tiempo para compartir con nosotros, pero como él dice: “pa’ que nació macho“, una manera jocosa de ver las cosas.
La ventaja que nos otorgo fue la de tener a nuestra madre en casa cuidando y velando por nosotros en todo momento. Ella se encargo de enseñarnos por el camino correcto en la vida. Y así fui creciendo y formando la base de la persona que soy hoy día.
¿Dónde estoy?
Al terminar la escuela superior ingrese a la universidad. Allí estuve durante unos cuatro años y aunque no termine mis estudios aprendí muchas cosas que hoy día son de gran valor en mi vida. Me case y me fui a vivir lejos de mi “zona de comodidad” con mi esposo.
Esto significó un cambio radical, pero era algo necesario en mi vida. Al comienzo no fue fácil adaptarme a estar lejos de mi familia, ya que somos muy unidos y yo estaba acostumbrada a estar rodeada de gente que me querían mucho.
En esta nueva etapa de mi vida pude abrir mis ojos y ver una gama de cosa que antes no veía. Comencé a relacionarme con personas con un nivel de crecimiento personal que nunca antes había visto. Era un mundo totalmente nuevo para mí. Pase de compartir con un grupo de jóvenes universitarios que pensaban más en diversión, a compartir un grupo de personas que pensaban más en visión.
Gracias a todos ellos, principalmente a mi esposo Misael, comencé a caminar por un sendero antes desconocido para mí, tal vez porque nunca me dijeron que podía caminar por él. De la mano de mi Misael he aprendido muchas más cosas de las que aprendí en la universidad.
¿Hacia dónde voy?
Mis padres fueron los fundadores de lo que hoy soy, pero con Misael he aprendido que las palabras de Salomón eran ciertas cuando dijo que la sabiduría se encontraba en la multitud de consejos. Juntos estamos caminando por nuevos senderos en la vida y aprendiendo de la multitud de consejos de personas de mucha experiencia.
Esto es un sendero largo por caminar el que tenemos enfrente se que juntos nos esperan cosas increíbles por vivir.
Le doy gracias a Dios por la vida que me ha dado, por la familia y por todas las amistades. Gracias, porque a pesar de las altas y bajas que tiene la vida seguimos en pie de lucha. Que no importa cuán rocoso sea el camino, con su ayuda seguimos en él, si tropezamos y caemos él siempre está ahí para levantarnos. Porque somos sus hijos amados y él quiere bendecirnos en todo momento, pero es importante arriesgarnos y tomar la bendición que tiene para nosotros.
Le pido que continúe bendiciendo mi vida y mi matrimonio. Que sea como torre de fuego iluminando y guiando el sendero por el cual debemos caminar.
Que todos los planes que tenemos obren para bien, no solo para nosotros sino para todas las personas que nos rodean. Que podamos ser luz a otros en medio de la oscuridad, compartiendo nuestras experiencias con otros. Y que su infinita bondad y misericordia nunca se aparte de nosotros.
¡Yo se lo pido en el nombre de Jesús y declaro que así sea!
Ahora lo que nos toca es poner de nuestra parte para seguir adelante con todos nuestros planes. Mirando no solamente lo que tenemos en frente sino lo que nos espera más adelante.